Fantasías
Subspace en la piscina

¿Cómo imaginas una sesión en una piscina? ¿Qué prácticas te gustaría realizar? ¿Te dejarías llevar o te genera algo de inseguridad? Hacer una sesión en una piscina es un reto para todas las partes involucradas, pero el resultado puede ser extremadamente satisfactorio. A continuación, tenéis el testimonio de la persona con la que realicé esta peculiar sesión llena de emoción y sensaciones memorables.

¿Eres una persona experimentada? Comenta tus experiencias previas si las has tenido.

Sin ser profesional, yo creo que sí tengo cierto rango de experiencia bastante amplio y dado que sigo explorando y descubriendo, cada vez un poquito más.

Mis experiencias previas como Switch, van desde el Shibari, los juegos de cera y el spank en distintos niveles e intensidades, hasta las privaciones sensoriales o el ABDL con un fuerte nivel de inmersión en esas experiencias. Disfruto enormemente tanto como Top, conduciendo a mis partners por los intrincados caminos de la confianza y la sumisión, como abandonado toda capacidad de decisión y entregándome a los juegos de las personas que han sabido ganarme como bottom.

¿Recuerdas qué dudas pudiste tener antes del primer encuentro? ¿Qué te gustaría que te hubieran dicho?

Pues la verdad es que con Caos —tras más de dos años de camino recorrido juntxs y con todas las experiencias vividas y compartidas— dudas, más bien pocas a estas alturas, por no decir ninguna… Es cierto que tanto en las primeras ocasiones, como cuando sabía que íbamos a explorar algo nuevo, podía ir con un poco de miedo a ser juzgado o a no llegar a sentirme cómodo con alguna experiencia, pero eso fue evolucionando hacia cierta inseguridad por no estar a la altura al haber alcanzado la plena confianza con Caos y que de un tiempo a esta parte lo único que queda es la anticipación y la expectativa de que nuevo escenario o juego puede haber preparado, ya que no dudo ni por un instante que sea lo que sea, nos trasladara a su enorme y rico universo, donde ambos compartiremos algo único y especial.

¿Qué tipo de sesión has tenido? ¿Cómo fue la sesión?

Como describirla… Me cuesta encontrar las palabras…

Yo diría que tuvimos una sesión de suspensión sensorial en piscina climatizada, donde alcanzamos un punto de conexión muy poco frecuente a través de la confianza y la entrega absolutas.

La sesión comenzó con un ejercicio de relajación, cuidados y autocuidados guiados. “Quiero que cierres los ojos y te relajes” fue el inicio de una experiencia de casi cuatro horas donde tuve la suerte de ser guiado por un mar de sensaciones y estímulos en un nivel de entrega, confianza e intimidad al que no creo que muchas personas hayan tenido la suerte de acceder. Jugamos con nuestros cuerpos, jugamos con agua, jugamos con fuego, jugamos con sensaciones, jugamos con olores, jugamos con sonidos… Exploramos algunas de mis líneas rojas y las dejamos atrás, olvidadas entre giros, vueltas, inmersiones, llamas, aromas y susurros. ¿Cómo fue la sesión?, de corazón puedo decir que fue una de las experiencias más intensas y bonitas de toda mi vida.