Fantasías
Explorando el fetichismo de pies a través de la hipnosis

Imaginar un role play no tiene nada que ver con vivirlo, y menos si está relacionado con la hipnosis. En esta entrevista hablamos con la persona que disfrutó de la dramatización de una sesión de hipnosis para explorar sin límites el fetichismo de pies y tacones.

¿Eres una persona experimentada? Comenta tus experiencias previas si las has tenido.

No me considero una persona experimentada pero sí he tenido experiencias previas. He tenido una introducción a buen número de prácticas, unas han supuesto la confirmación de lo que hasta al momento solo existía en mi imaginación y otras han resultado inesperados e interesantes descubrimientos.

¿Recuerdas qué dudas pudiste tener antes del primer encuentro? ¿Qué te gustaría que te hubieran dicho?

Ha pasado tiempo desde aquel primer encuentro. Una vez pulsado el botón de enviar el cuestionario online para mí ya no había vuelta atrás. Recuerdo esperar de forma expectante a que llegara ese primer email sin saber muy bien qué contenido tendría. Creo que el cuestionario permite expresar de forma rápida y sencilla lo que para algunos es un poco madeja mental de pensamientos y evita confusas y quizá algo incómodas verbalizaciones.

Una persona experimentada tendrá muy claro lo que le gusta y lo que no pero ese distaba mucho de ser mi caso ya que caminaba a mi primera sesión presencial.

Mi duda principal era si habría conseguido transmitir correctamente en los correos intercambiados lo que buscaba que (pienso) no corresponde del todo con el arquetipo de Dómina. Si había fallado en la comunicación aquello no iba a funcionar…

Circunstancias del momento, el primer encuentro quedó en una conversación de la que no echo en falta que quedara nada por aclarar. Me encantaría, eso sí, poder observar de nuevo como un testigo mudo y externo aquella conversación.

¿Qué tipo de sesión has tenido? ¿Cómo fue la sesión?

Hemos hecho un juego de roles en el que yo acudía a visitar a una terapeuta especial para superar unos sueños recurrentes relacionados con fetichismo de pies y tacones. Mi terapeuta emplea la hipnosis como técnica para tratar estos “problemas”. Comenzamos con una relajación para inducir un estado de trance profundo y poder “corregir las desviaciones” a nivel subconsciente. Toda la sesión transcurre en estado de privación visual y las sugestiones se suceden a través de los otros sentidos, oído, tacto, gusto. La terapia es “de choque” y efectiva, aunque puede que los objetivos alcanzados no sean los iniciales. La conclusión parece ser que serán necesarias algunas sesiones adicionales para un adecuado tratamiento…

¿Qué significa la hipnosis para ti? ¿Y el fetichismo de pies y tacones?

La respuesta corta es que son fetiches. Desconozco completamente el mecanismo mental que convierte una parte del cuerpo, un objeto o una actividad en fuente de deseo, puedo aventurar no obstante algunas hipótesis sin ningún rigor psicológico. Quizá el interés en la hipnosis o más bien en la dominación con uso de hipnosis pueda ser un reverso de actitudes del día a día en el que, en general, me gusta tener todo controlado y saber en cada momento dónde se encuentra cada cosa y por qué. En contraposición la fantasía de ceder todo el control sobre mente y cuerpo “contra mi voluntad” mediante una hipnosis (mejor si es encubierta) me resulta fascinante. No tengo una explicación clara para el interés por los pies y el calzado femenino, simplemente me resulta atractivo el aspecto del pie enfundado en un zapato de tacón, fino de aguja o grueso y con plataforma, abierto o semiabierto; la forma, el sonido contra el suelo, el movimiento. Disfruto observándolos desde una posición de sumisión, de rodillas en el suelo y de tratarlos como objeto de devoción y adoración.

¿Hay algo que quieras destacar o algo que haya tenido un significado especial para ti?

No puedo evitar estar continuamente racionalizando todo. Aunque me resista a ello incluso durante una sesión puedo tener en la cabeza una vocecita diciendo “tienes que hacer esto bien”, “pon la mente en blanco”, “¿qué vendrá ahora?”… Es un motivo de cabreo conmigo mismo post-sesión…

Hay, sin embargo, ocasiones, instantes, que ese flujo de pensamientos se corta por completo, se alcanza un estado primario y se responde con una automatización pasmosa cualquier instrucción o pregunta. Lo que siento en esos momentos, duren lo que duren, es verdaderamente mágico.

En esta última sesión, y no es la primera vez, existieron esos momentos.

¿Qué pregunta te gustaría que te hicieran? Respóndela.

Uno de mis leitmotiv vitales es aquello de que uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras (y, tal vez, de su Ama). Si se me permite, he hablado mucho 😉

Algunos comentarios sobre la sesión Por Caos F

Fuera de esta sesión y de otros role plays tenemos absolutamente claro que el fetichismo de pies por sí mismo no es patológico u objeto de terapia. En cambio, podemos utilizar el mindset, la disposición o la energía con la que acudimos a una figura de autoridad como es el/la/lx terapeuta, a quien nos abrimos completamente y que, a su vez, es portadora de bienestar es un lugar privilegiado que nos permite partir desde una base de apertura y confianza.

Por otro lado —y como imagino que lo estabais dudando— no, no es hipnosis real. Se usaron, sobre todo, técnicas de relajación profunda, acompañadas de otro tipo de ejercicios. Dentro de quienes disfrutan de sesiones reales de hipnosis erótica está en muchas ocasiones el dilema acerca de no estar experimentando conscientemente lo que se está viviendo. Es decir, se está siendo parte de una fantasía deseada, pero por el propio contenido de la misma deberían grabarnos para saber qué ha sucedido. En mi caso, los estados mentales a los que llegamos con estos otros ejercicios y que se encuentran en ese limbo entre vigilia y sueño (—o lo más parecido sería esto—) nos aportan un poco de cada mundo.

Quien me conozca sabrá que todo escenario que tenga un componente sustancial de control a través de la voz es algo que me fascina. Por lo tanto, si estás leyendo esto y te has sentido identificadx, no dudes en hacer propuestas. Os dejo por aquí una pregunta ligada a esta sesión que podéis responder por redes sociales (@exploraeldeseo) o por aquí en el caso de que lo leáis tiempo después:

¿Pensáis que recrear fantasías donde las eróticas alternativas son tratadas como «problemas» hacen que sigamos reproduciendo esa misma lógica patologizante? ¿Debemos tratar de no reproducir esas fantasías o, por el contrario, estamos creando un espacio de disfrute sin prejuicios donde este tipo de razonamientos deben dejarse detrás de la puerta?

Os leo 😉